Washington, 27 oct (PL) El aspirante a terrorista que no logró dañar a CNN ni al multimillonario y donante demócrata George Soros con sus paquetes bomba, tuvo éxito en una cosa: arruinar la semana del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Al menos, esa es la idea que transmitió el mandatario cuando en su cuenta en la red social Twitter expresó su frustración porque los medios de prensa desviaron la atención hacia el ahora bajo custodia Cesar Sayoc, de 56 años, presunto autor de envíos postales explosivos a importantes figuras públicas.
Los destinatarios de los sobres incluyen además al expresidente Barack Obama, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, el exvicemandatario Joe Biden (dos paquetes), la congresista Maxine Waters (dos), el actor Robert de Niro y el senador Cory Booker.
Todos con el denominador común de ser críticos de Trump y haber sido blanco público del estadista en algún momento.
Por eso la algarabía que desató el incidente y la persecución nacional a Sayoc -con una larga hoja de problemas judiciales y un
acérrimo seguidor de Trump- restó importancia al tema electoral.
El jefe de la Casa Blanca esperaba sacar provecho del creciente entusiasmo republicano en las últimas semanas de campaña de cara a los comicios del 6 de noviembre, avivando miedos hacia la caravana de migrantes centroamericanos que se mueve rumbo norte y tratabdo de asestar un golpe de impacto con su plan de bajar los precios de los medicamentos con prescripción.
Sin embargo, Sayoc desvió la atención de su movida que «no recibió el tipo de cobertura que debería tener», se lamentó Trump la víspera al hablar de su propuesta sobre las medicinas con receta.
«Estamos compitiendo con esta historia (la de los paquetes bomba)», apuntó el ocupante de la Oficina Oval al quejarse de que «no podría haber aparecido en un peor momento».
En la propia plataforma de microblogging Trump señaló que este «asunto de las bombas«, ralentiza el impulso de los rojos (color que identifica a su partido) en la votación anticipada.
El péndulo estaba girando hacia los republicanos, pero lo ocurrido «definitivamente interrumpe ese ciclo de noticias positivas para ellos» y favorece a los demócratas, opinó una fuente cercana al presidente, que cita el diario Politico.
Los aliados de Trump habían especulado sin pruebas que los envíos postales que atacaban exclusivamente a sus antagonistas eran en realidad parte de un complot en contra de los republicanos.
Las fotos difundidas aquí muestran la camioneta blanca del individuo cubierta con adhesivos pro-Trump y anti-CNN, y al mismo las imágenes del implicado en un reciente mitin del gobernante en Florida, modifican esa perspectiva.
Un exalto funcionario de la Casa Blanca predijo que la violencia política de derecha se convertiría en un tema principal en lo
que queda hasta el 6 de noviembre. «Los demócratas ahora cuentan con un mensaje para el día de las elecciones», advirtió.
El autor Stephen King, un escritor de novelas de terror, consideró que, en efecto, «la retórica inflamatoria de Trump está incitando a un comportamiento violento».
Y ese es el temor de no pocos: que el discurso del empresario presidente sea el causante de un ambiente político peligroso, que aliente ataques violentos contra sus oponentes.